Cuando era joven iba a La Habana Vieja en la camioneta de mi padre. Era una camioneta vieja y destartalada, pero me encantaba conducirla por las calles de la ciudad. Recuerdo que comprábamos discos en la disquería El Morro y luego nos íbamos a casa en la camioneta. A veces mi hermano y yo nos dormíamos en el camino y mi padre tenía que despertarnos.
También recuerdo que comprábamos pan en la panadería de la esquina y luego dábamos un paseo por el Malecón. Me encantó ver el atardecer desde el Malecón. Fue una experiencia inolvidable.
La camioneta era vieja y destartalada, pero me encantaba conducirla por las calles de La Habana Vieja. Era una furgoneta llena de recuerdos.
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When I wa...